¿Qué pasa cuando encuentras una receta, te dispones a hacerla y resulta que te faltan ingredientes o se te olvida ponerlos? Pues eso me pasó hoy. Encontré esta receta aquí pero no tenía coco, sólo me quedaba un poco de canela y el sésamo se me olvidó ponerlo, además se me quedó la masa muy blanda y decidí probar otro "método" para darles forma. Pero se quedaron ricas, ricas...
Ingredientes: 125 g de mantequilla a temperatura ambiente, 15 g de miel, 75 gr de azúcar moreno, 40 g de azúcar glass, 1 huevo, 175 g de harina de repostería, 25 g de Maizena, medio sobre de levadura Royal, una cucharadita de canela molida y una pizca de sal.
Preparación: Lo hice con Thermomix, tal como indica la receta, pero no tiene ciencia hacerla sin ella. Batir la mantequilla para dejarla blandita, añadir la miel, los azúcares, la canela y la sal. Mezclamos bien y añadimos el huevo. Mezclamos y añadimos las harinas y la levadura. En teoría, se tendría que quedar una masa dura para hacer una bola, a mí se me quedó tirando a ralilla, así que la metí en una bolsa (de las de congelar) y lo metí en la nevera una hora. Pasado este tiempo, convertimos la bolsa en una manga pastelera cortándo un poquito la punta de la bolsa. En una bandeja de horno ponermos un papel de hornear y con la manga vamos haciendo pegotes de masa, más o menos de la misma cantidad.Con el horno precalentado a 180 grados metemos las galletas durante 8 minutos. Sacamos del horno, dejamos enfriar en una rejilla y directas al bote de las galletas... si es que llegan. Lo curioso es que aunque no sean iguales cuando se meten en el horno y la mantequilla y el azúcar se derriten, se quedan todas redonditas.
